Los acontecimientos a veces no ocurren cuando uno los desea. Es difícil mantenerse inalterable ante esa sensación de inseguridad que produce el no saber si eso que deseas va a hacerse realidad o, simplemente, quedará en el sueño que hemos perfilado en nuestra mente.
La espera es una sensación insaciable que sólo se apaciguará cuando se consuma la mecha que se prendió en el momento en el que formulamos nuestro deseo, pero esa bomba de confeti que está al final de ella, puede explosionar para liberar las mariposas que han crecido en nuestro estómago y dar paso a todo un mundo de color o, por el contrario, transformarse en una nube de humo gris que empañará los anhelos de lo que deseamos.
En cualquier caso, sea uno u otro acontecimiento el que se produzca, siempre quedará en nuestro interior la maravillosa imagen de todo lo que hemos imaginado. Habremos disfrutado de aquellas cosas que idealizamos al perfilar el escenario y la obra de la que quisimos ser protagonistas, también eso habrá merecido la pena. El mero hecho de ser capaz de sentir y vibrar con esas mariposas que revoloteaban en nuestro estómago y que nos hacían aseverar que aún estamos vivos, ya ha mercido la pena.
Sea cual sea el desenlace de la espera, disfrutemos de esos momentos previos, porque son los que determinan que nuestras vidas siguen vibrando.
¿Estás esperando algo?
He descubierto tu blog de casualidad y me ha sorprendido grátamente. FELICIDADES.
Sólo comentar que no hay que tener prisas en ésta vida, todo llega, todo cuánto deseamos llega, y siempre en SU momento y todo por el hecho de que llega en el mejor momento (por lo menos es lo que a mí me ocurre).
Seamos positivos TODOS los días y no forcemos nada, seguro que seremos más felices (sobre todo en éstos tiempos en los que lo inmediato es un valor en alza…dejemos el puchero a fuego lento, saldrá más rico).
Saludos.
Manolo, bienvenido al blog. Me alegro de que te guste y que hayas disfrutado con él, espero seguirte viendo por aquí.
Sin duda hay que dar tiempo al tiempo, que siempre lo pone todo en su sitio (tengo otro post al respecto de esto, no sé si le habrás echado un vistazo), pero qué nervios a veces!!! 🙂
Hay una frase que dice: «el que espera desespera». Si bien es cierto que esperar a que suceda lo que uno desea nos puede llenar de impaciencia, si nos llenamos de optimismo, la mayoría de las veces la espera valdrá la pena.
Siempre he dicho que las cosas llegan en su lugar y momentos adecuados y, mientras llega lo que esperamos, hay que disfrutar de la dulce espera. Es más probable que nos triga más colores a nuestra vida que humo gris.
Un abrazo
Por lo menos eso es lo que todos perfilamos en nuestra mente, Marcela T, un montón de colores!
Esperemos que la espera sea corta porque a veces en lugar de mariposas se me meten avispas en el estómago.
Saberlo es fácil, ponerlo en práctica …..
Barrenado, tranquilo, seguro que con tus temas laborales todo llegará a buen puerto, no desesperes!!! 🙂
Hay mariposas y moscardones.
La espera a los reyes magos de niños era casi siempre más bonita que los propios regalos.Ahí uno sentía mariposas.
La espera a que te contesten en la administración,a que venga el técnico de la lavadora,a que te den las llaves de tu casa o a que te llame por teléfono el chico o chica que te gusta hace que los moscardones se adueñen de tu estómago.
Como en todo hay esperas y esperas.
Esperara es ya en cierto sentido encontrase con el Destino que nosotros mismos vamos delineando…
Saludos, Aquileana 😉
sigo esperando
puede que eternamente
vivo cada segundo
con la imagen de mariposas azules revoloteando
quizá un día acabe
pero no hoy
🙂
Bienvenidos Aquileana y Kaos, gracias por vuestros comentarios.
Jusamawi, cuando hablas de los «moscardones» en el estómago, bajo mi criterio, estás mezclando cosas que tienen muy distintas connotaciones para con nuestros sentimientos. La espera del técnico de la lavadora, en sí misma, no me produce nada, si se retrasa mucho y me está impidiendo realizar otras cosas importantes, no es que me genere moscardones, es que me genera avispas!!! Ahora, en cuanto al tema de la espera de una llamada de teléfono por parte de ese chico o chica que hace aletear tus mariposas… bueno… de moscardones nada, lo que pasa es que se ponen a aletear tan frenéticamente que uno se queda exhausto.
De todas formas, esto, como la mayor parte de temas vitales, es una cuestión de criterios, yo no puedo evitar ser una romática. 🙂
Me parece muy bien la espera romántica,esa en la que deseamos ver cumplidos nuestros sueños.Es en este tipo de casos donde casi siempre la espera es más bonita que el desenlace puesto que los sueños sueños son y no realidades.
Hay otros tipos de esperas en la vida y no sólo la del técnico de la lavadora donde lo predominante es la impaciencia y el desasosiego.
yo ya no se que es mejor, si cortar o mejor cerrar el ciclo y dejar las cosas como estan.
Estoy en una tremenda depresion…. talvez deje ir al amor de mi vida y nunca mas sepa de el o tal vez no es mi gran amor y es por eso que la situacion se ha vuelto tan inestable.
Solo deseo ser feliz y que el lo sea tambien. ya me canse de esperar y ver que el tiempo avanza y las cosas en lugar de ir mejor, empeoran.
Antes de tomar una desicion tenemos que pensarla dos veces, hacer un analisis de pros y contras y despues de optar por una de las dos. debemos ser fuertes y no volver al pasado.
claurglz, como ya te he dicho en el otro comentario, hay que mirar siempre adelante y pasar página con las cosas que nos hacen daño y no interesan. La vida es estupenda y hay que saber aprovecharla.